¿Están desapareciendo las reuniones presenciales como
escenarios de cambio organizacional?
Algunos de los beneficios a favor de la asimilación del cambio que observamos
en nuestros clientes:
Conexión humana y construcción de relaciones:
Gracias a la interacción cara a cara que es difícil de replicar en un entorno virtual. La comunicación no verbal, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el contacto visual, juegan un papel crucial en la construcción de relaciones de confianza y en la comprensión mutua. Estas reuniones fomentan una mayor cohesión entre los miembros del equipo, fortalecen los vínculos interpersonales y les dan a los líderes elementos claves para la gestión del equipo hacia el cambio y la obtención de los resultados.
Colaboración y resolución de conflictos:
Un liderazgo, basado en el fomento de las conversaciones, estimula los acuerdos de manera más dinámica y fluida. La posibilidad de intercambiar ideas inmediatamente, aclarar dudas y plantear decisiones a partir de posiciones diversas respecto de una situación de cambio o paso a seguir del equipo, rápida y eficazmente, además de suavizar tensiones, facilita las soluciones eficientes y de impacto en la empresa.
Creatividad e innovación:
Las sesiones de discusiones creativas suelen beneficiarse de un entorno presencial donde los participantes pueden interactuar libremente, compartir materiales físicos y utilizar herramientas como tableros o pantallas para visualizar ideas en tiempo real. Este tipo de interacción facilita la generación de ideas innovadoras y soluciones tan creativas como eficientes a los problemas.
Al cerrar este blog, unos pasos recomendables para que las reuniones presenciales sigan siendo valiosas dinamizadores de cambio en las empresas:
Alinee a los participantes desde la citación definiendo claramente el propósito, los alcances y el tiempo de la reunión.
Una agenda detallada y con tiempos estipulados para cada tema, mantiene a los participantes enfocados y asegura eficiencia.
Incentive la participación de los asistentes para enriquecer las discusiones y asegurar los resultados.
Evalúe la eficacia de la reunión tanto en cumplimiento de objetivos y satisfacción de los participantes como en los aportes a la reducción de costos y gastos o a la generación de nuevos ingresos
Aquí les dejo algunas preguntas que pueden ser importantes para que replantees tus reuniones presenciales de cara a estimular el cambio:
¿Has intentado programar tus reuniones para 50 minutos en vez de una hora, por ejemplo?
¿Has hecho cambios de día y/u hora para romper las rutinas que pueden causar las reuniones?
¿Sabes cuál es el costo de cada reunión presencial de tu equipo?