¡Pon acción a la comunicación!
Para la mayoría, estos meses han sido de gran aprendizaje y para los negocios aún más, pues esta realidad nos tiene reinventando las maneras de hacer las cosas y particularmente las de relacionarnos.
En este top 5 te entregamos algunas claves que puedes aplicar para poner en valor la comunicación en beneficio de tu negocio/marca...¡Sigue leyendo para no perderte ninguna!
1. Líderes al timón: comprometidos y empoderados de la comunicación
Es claro que la comunicación, la tecnología y el dinero son las armas para salir de la situación económica difícil, cuya recuperación es necesaria para que el empleo siga en ascenso y los negocios tomen una nueva dinámica hacia la competitividad.
Para que ello suceda, es insustituible el restablecimiento de la confianza afectada por la situación, específicamente por toda la información contradictoria, falsa o equivocada que se ha desencadenado “fake news”; pues surge, en las empresas, la necesidad de darle fuerza a la veracidad de la información empresarial también afectada por la zozobra, los datos, la caída de las ventas, los cierres de empresas, la pérdida de empleos, situaciones que impactan en los trabajadores, afectando su estado de ánimo y el rendimiento.
Entonces observamos que en las organizaciones donde los líderes han tomado la comunicación como pieza clave para la gestión en momento de crisis a través de reuniones grupales más dinámicas, más creativas y más comprensivas resultan ser un buen coctel para mantener la atención de las personas y la participación en la solución de problemas además de la obtención de resultados.
Desde las áreas de comunicación se disponen muchas ayudas para empoderar a los jefes y enamorarlos de los beneficios que obtienen cuando se ponen al frente del barco.
2. Transparencia al tablero de mando
Esto es, por un lado, hacer una comunicación en la que prima el interés colectivo con mensajes íntegros, claros y sin ambigüedades a través de voceros reconocidos por su disposición a informar e interactuar con la verdad. Del otro lado, está la coherencia, reflejada en lo que somos, pensamos y hacemos.
También, es clave el establecimiento de los diálogos para compartir las coyunturas y las formas de abordarlas. Es importante ser activos en la escucha y mantener conversaciones abiertas, llenas de empatía y ricas en acuerdos.
Si entendemos las actuales circunstancias como parte de la evolución, la transparencia en la comunicación pone en valor la responsabilidad de tu empresa o de tu marca y genera confianza en tus audiencias.
3. La estrategia hace un viraje así como lo hace el viento
Si la incertidumbre ha ganado espacios, la planeación debe decir ¡presente!; vemos un viraje retador en la formulación de la estrategia de comunicación a partir de nuevas situaciones, por la emotividad de las personas y por todos los factores incontrolables que vivimos las empresas: reglamentaciones, normas, cambios en estilos de vida, tecnologías, entre otros. Por ello, toman fuerza factores como:
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Entender las necesidades, motivaciones y preocupaciones de nuestros públicos de valor para particularizar mensajes, diseños y/o medios que resulten asertivos para sus intereses.
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Resaltar lo que hacemos por el bienestar de nuestros talentos, clientes, proveedores, aliados y comunidad. Esto contribuirá significativamente al reconocimiento y a la reputación de la marca.
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Pensar en la necesidad de resultados que tienen los negocios, por lo que es una regla de oro que estemos conectados con la estrategia empresarial.
4. Los mensajes son el combustible de la nave de la comunicación
Son la base de las conexiones, las claves del diálogo, los impulsores de la motivación, los influyentes en los cambios de comportamientos; tienen efectos positivos si los preparamos a conciencia, con creatividad y responsabilidad.
Tu y tu trabajo tendrán resultados y satisfacción si los mensajes son:
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Directos, claros y fáciles de entender.
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Oportunos, porque ¡Hey! la comunicación es relevante de cara a los distintos e inesperados cambios que estamos viviendo y que seguro, iremos asumiendo.
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Concretos, para generar más agilidad en los procesos comunicacionales.
5. La medición es la brújula para llegar a buen puerto
Tenemos que trascender de medir lo que hacemos vs lo que proponemos, porque las estrategias se van ajustando con las realidades que vamos enfrentando. Midamos su impacto a través de evaluaciones periódicas con las que conozcamos:
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¿Los mensajes tienen recordación?
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¿Los mensajes estimulan comportamientos?
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¿La comunicación logra conectar a los empleados con los propósitos empresariales?
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¿Las personas se sienten incluidas con la comunicación?
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¿Los canales le dan dimensión universal y alcance a todas las personas?
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Entre otros.